Perú21... y “sus” economistas imprescindibles

Precisamente, en un artículo previo (“Los MEF-Boys... o en busca del continuismo económico”) de fecha 02.Ene.06, traté el tema del control de la economía por ciertos grupos de profesionales “altamente calificados” que se consideran imprescindibles en los cargos o asesoría que desde hace muchos años vienen ejerciendo, y sin resultados de gestión y mejoras del bienestar general que presentar. Grupos que por un golpe de suerte: la mejora de los precios internacionales de los minerales, desde hace tres años vienen ufanándose de haber sido los artífices del incremento del PBI, como si ellos tuvieran una influencia en la determinación de dichos precios y por lo tanto de la coyuntura exportadora. Desde luego, la motivación de dicho artículo fue el escrito por la señora Cecilia Blume en el diario el “Correo”. Profesional muy conocida como asesora y “escudera” de PPK.
Con relación al mismo, entre otros párrafos escribí lo siguiente: “Hace unas semanas, para ser más exacto desde el mes de diciembre y a partir de la mejora de Ollanta Humala y el estancamiento de Lourdes en las encuestas, la cofradía del MEF que se consideran los “dueños” del manejo económico, dentro de los cuales se incluye a sus condicionales que pululan “usufructuando” instituciones como: PCM, BCR, FONAFE, Pro-Inversión, SBS, Organismos Supervisores, entre otros; están atravesando un singular “ataque de nervios”, lo que los ha obligado a mantener una sistemática defensa de los “logros económicos”, que sin decirlo directamente se lo atribuyen a su “destacada gestión” y no a dos años de "buenos precios" internacionales de los minerales. De allí que, en razón a su "autoridad demostrada", nos insisten en que no hay que pensar siquiera en: (1) modificar la Constitución del 93, ni (2) dejarlos fuera a ellos... porque sino, se nos viene una verdadera debacle nacional... ¡No faltaba más!”.
Pues bien, resulta que para “redondear” su faena, y luego de estar convencidos que tanto el PAP como UPP, no estarían dispuestos a darles ningún trato “preferencial” y los “obliguen” a abandonar sus “heredadas” sinecuras tecno-burocráticas, vienen ensayando por todos los medios “amigos” una campaña de “condicionamiento pre-electoral”, que consiste en relacionar la “estabilidad económica” para el nuevo gobierno, con su “necesaria” presencia en el manejo de la economía y sectores vinculados. De hecho, y como todo grupo de privilegio, con una visión muy particular de la realidad, asumen que una “familia” de no más de 100 personas, son los únicos profesionales calificados en el país. Y digo calificados, porque en cuanto a experiencia y conocimiento de nuestra realidad (geográfica, económica, social y política) al ocupar los cargos -y aún ahora-, no son sus virtudes más destacadas. Sino pregunten a cada uno de ellos, empezando por Silva Ruete, Abusada, DuBois, Blume, Castagnola, los Zavala, y otros, cuántos años o meses -de su vida profesional- han laborado en entidades públicas o privadas, fuera de Lima Metropolitana. Dicha falta de experiencia es precisamente lo que los mantiene desconectados del país y limitados para entender el PERÚ REAL, tanto como para gestar propuestas integrales de desarrollo y logros razonablemente compartidos entre la población.
Encerrados en sus propias limitaciones, pretenden evitar lo inevitable... su remoción e injerencia en la economía “aperturista” y “descapitalizadora” del Estado. De allí que no sorprende el artículo de Gianfranco Castagnola inserto en la edición de la fecha del diario “Perú21”, titulado “El copamiento del Estado”. No, no se equivoque, no es una autocrítica o catarsis de sinceramiento sobre el actuar de la perniciosa “familia” de los MEF-Boys, sino una “preocupación” sobre los destinos del país, por el ascenso al poder de un nuevo gobierno que no cuenta -según su dilecto saber- con profesionales calificados al nivel de ellos. Es decir, un menosprecio de petulantes por las nuevas generaciones de profesionales tanto o mejor calificados que ellos, que militan o brindan su apoyo a los partidos políticos alternativos al poder actual, y que se merecen las oportunidades que todo profesional peruano debe tener. Oportunidades de compromiso nacional y no las que sus mentores (viejos y mañosos lobbistas) “nacidos” en Agosto del 75, les brindaron -protección y cobijo- a cambio de incondicional retribución de favores, sino de órdenes de directas.
Por lo demás, y en el entendido que la lectura directa del artículo que transcribo, me ha de relevar de mayores comentarios, lo someto a consideración: “El copamiento del estado.- Gianfranco Castagnola.- Algunas instituciones del estado han logrado en la ultima década atraer profesionales de muy buen nivel que han manejado, de manera eficiente, transparente y predecible, los asuntos públicos de su competencia. Así, además del BCR, hoy cuentan con prestigio instituciones como la SBS, la Sunat, Fonafe, organismos reguladores y Prompex, por citar algunas, y ministerios -como el MEF- que han consolidado equipos de muy buen nivel, de funcionarios de ‘linea’ (no solo asesores o contratados). La diferencia entre su manejo técnico y el político de otras -como muchos de los programas sociales- se aprecia en sus resultados. El cambio de gobierno trae el riesgo de que estos equipos sean desarticulados para dar paso a militantes partidarios de escasa preparación. Mal haría el próximo gobierno en tomar esa opción: no solo pondría en riesgo su sostenibilidad; contribuiría también al cuestionamiento de la viabilidad de la democracia en nuestro país”. En resumen: nos dicen que mal con ellos, peor sin ellos. ¡No hay duda que son de la familia “spondilus”!.