jueves, enero 26, 2006

MEF y SBS... o como socavar una economía y un país.

A pesar de que la coyuntura electoral, viene permitiendo que nuestros “hacedores de política”, en particular los MEF-Boys, tengan la cobertura necesaria para “trabajar” las medidas que hagan posibles muchos de los negocios en marcha (TLC, Convemar, Camisea II, Interoceánica II y III, Puertos, Tarifas de servicios, Especulación con el dólar, entre otros...), es evidente que no pueden con su “genio”. Es decir, han salido a golpearse entre grupos por un prurito de “solvencia” técnico-burocrática, que no es sino de la actitud de quienes se sienten dominantes, pero que deben definir al interior de todo el tinglado de poder, quienes son los “más más”. Y de ser posible, “liquidar enemigos”.

No otra cosa significa que los subgrupos en control del MEF y la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP’s (SBS), hayan establecido una “eventual” alianza táctica para “enfrentar” al subgrupo del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). De manera tal que, el clan Zavala-Blume y el clan Marthans, han decidido poner en orden a los “disidentes”: Burneo y Dancourt. Sin embargo, y lo más relevante, es que más allá de llegar a un reacomodo del “ranking” de quien es quien dentro de los “globalizados” y “neoliberales” (o MEF-Boys), es que con los argumentos que vienen sustentando cada una de las posiciones, lo único que vienen logrando es que queden expuestos como profesionales cuyo nivel de formación académica es bastante cuestionable. Siendo ello aún más grave por la "relevante" ubicación que mantienen dentro de la estructura del gobierno-poder.

En todo caso, y antes de explicar lo dicho, me gustaría compartir con ustedes los fines y algunos argumentos de la confrontación. Los fines, como ustedes entienden, son que toda empresa y grupos de empresas “protegidas” desde el 1992 (y que esperan seguir “favorecidas”...), tienen como objetivo político-empresarial la de incrementar a como dé lugar sus GANANCIAS. Desde luego, no –principalmente- a través de: (1) mejorar procesos productivos y/o bajar costos para ser competitivos; (2) mejorar su gestión administrativa y financiera, para bajar costos; y (3) buscar, conseguir y MANTENER competitivamente mercados rentables y generadores de divisas; sino a través de “conseguir” dispositivos legales con nombre propio y/o realizar movimientos especulativos en la bolsa y/o con la tasa de cambio. Valgan verdades, si en algún momento se tuvo empresarios que buscaban la ganancia “a lo legal”, ello quedó en intención empresarial. El contacto “diario” con nuestra realidad económica-política, así como sus primeros pasos dentro de un “sistema de lobbies y corruptela”, hizo que cualquier valor ético-empresarial subyacente, deviniera en un lastre y riesgo para su inversión. Sobre todo “conociendo” a nuestros políticos y... los MEF-Boys.

Precisamente, han sido los conglomerados bancarios y de AFP’s, que se han posicionado en nuestra economía como uno los principales y directos recipendiarios del “apoyo político”, y quienes ante la eventualidad de perder el apoyo de gobierno y/o el temor de que un gobierno nacionalista no les permita seguir ganando EXCESIVAMENTE, a costa de dejar sin recursos la caja fiscal o sustraer capacidad adquisitiva a todos los peruanos vía concertación de precios y tarifas, han decidido poner “sus” recursos a buen recaudo, para lo cual vienen promoviendo una serie de medidas especulativas contra el dólar, tendientes a ganar posición cambiaria “favorable” a corto y mediano plazo, y por lo tanto -según dicen y repiten periodistas “enterados- lograr mas rentabilidad (¿?)... a favor de pensionistas y clientes “preferidos” de la banca. Y por supuesto... la parte sustancial siempre es y será apropiada por los manejadores de recursos ajenos...

Frente a ello, el BCR a través de Burneo y Dancourt, hacen público su preocupación y señalan que dichas operaciones afectan o afectarán las previsiones de la política monetaria en curso, en la medida que una tasa creciente de la tasa de cambio (dólar/sol), influye en las exportaciones e importaciones. En el primer caso, mejorando su disponibilidad de soles; y en el segundo, limitando sus adquisiciones por mayor valor en soles de las mercaderías. Sobre este particular, lo relevante no es que se dé una limitación de las importaciones “basura” (productos de baja calidad y no necesariamente baratos), sino la de insumos y bienes de capital para mantener y/o incrementar la producción. En tal sentido, y previendo que un incremento de la tasa de cambio, ante el flujo creciente de divisas (por mejora de la exportación) implica la emisión de moneda nacional, sea para dinamizar los intercambios y/o para el retiro de dólares circulantes ante variaciones "bruscas" de la tasa de cambio, no es de extrañar la reacción del BCR ya que está dentro de su competencias prever y/o realizar los "ajustes" del caso, en la medida que una reacción inadecuada del aparato productivo podría influir (presionar) sobre el incremento de la tasa de inflación, alejándolos de las metas de estabilidad. En todo caso, dicha preocupación debió y debe ser compartida por la SBS por corresponderle los agentes intervinientes, más no colocarse en una posición "exculpatoria" de los Bancos y AFP's, en acciones especulativas.

Por otro lado, la noción de estabilidad desde la perspectiva “neoliberal”, y bajo la cual se ha diseñado la “batería” de políticas económicas que “orientan” las decisiones de gobierno, está vinculada dos conceptos articulados: Equilibrio Fiscal e Inflación Cero, que se suponen dinamizadores de una economía y... de superación de la pobreza. En lo particular, y a riesgo de la “repulsa académica”, coincido con quienes sugieren -y demuestran- que tasas de inflación de alrededor del 8%, que a la vez implica un nivel razonable de desequilibrio fiscal, son los medios probados para impulsar una economía... Por supuesto, si es una economía sustentada en las reglas del mercado, y no en la protección política de los agentes económicos privilegiados. Sectores como la Banca, AFP’s, Prestadoras de Servicios e Importadores... los cuales, para colmo nuestro, no tienen ninguna -o muy poca- vinculación con los sectores PRODUCTIVOS: Agricultura, Industria y Pesca (complementados con Turismo), que son de hecho verdaderos generadores de RIQUEZA y sostenibilidad como Nación.

Resumiendo; la posición de cautela asumida por el BCR, contrasta con la actitud de los responsables de la SBS, quienes sin ningún rubor en la cara, salen a “explicar” que: "todo mercado está sujeto a especulación", agregando que: "El que especula no es malo, es racional. Ciertamente hubo empresas que ganaron, pero de repente han sobre ganado anteriormente. Por qué tanto ruido por eso. Lo que diría es que se va a recomponer la posición del frente cambiario en febrero". En realidad es muy curioso que, un organismo del Estado -no de los empresarios- responsable de la supervisión y fiscalización de las entidades Financieras, Aseguradoras y AFP’s, no le preocupe la especulación financiera ni sus impactos sobre el sector sano y productivo de la economía peruana.

Tratemos de explicarnos; éstos señores, ya han hecho y visto tantas cosas que lo sucedido les ha de parecer “irrelevante” y obvio, por lo que en lugar de coordinar con el BCR, respecto a algún curso de acción pertinente a la situación creada, corren a coordinar -o recibir respaldo- de los “amigos” del MEF. En todo caso, si lo han hecho, no solo deviene en un despropósito mayúsculo, sino lo mas grave aún, sería la confirmación de sus vínculos y articulaciones para “conseguirles” a los “promotores”, entre otros: (1) La ampliación de los límites de colocaciones en el exterior de las AFP’s, y (2) Echar abajo al Banco de la Nación, cuyo nivel cobertura de servicios, de eficiencia y de competitividad frente a Banca Comercial, se viene mostrando superior. Desde luego, y a sabiendas que Burneo-Dancourt son una piedra en el zapato, no escatiman ninguna oportunidad para “debilitarlos”... y provocar su “caída”. Para ello, sin dudas, cuentan con el entusiasta aporte –procontinuista- de medios afines y/o periodistas “enterados” (p.e. Federico Salazar) que desde una perspectiva “beltranista”, se alucinan gente sabia y deliberantes en política y economía...

jueves, enero 12, 2006

El dilema sobre el gas peruano

Cuando se plantea el dilema, no se dice exportar o uso interno, ni mucho menos: exportar o no, que es una forma de opinión que tiende al rechazo –por su “extremismo”- y que son muy usadas por los medios y opinantes pro-exportación, como una forma de convertir o confundir una solución técnica y prospectiva, en una actitud “nacionalista” y “caprichosa”. En particular, cuando refieren a sectores profesionales cuyo conocimiento de la temática hace relevante sus opiniones, pero que las mismas tienden a ser relativizadas en los medios “estimulados” por los “lobbies” del gas. Es evidente por tanto, que hablamos de una solución adecuada con relación al uso del gas como país, de manera tal que las decisiones no pasan solamente por el interés de las compañías extractoras (mas ventas, menos reservas), sino por la armonización de dicho interés con el del país (mas reservas, menos dependencia externa), que en última instancia es lo que ha motivado y promovido las concesiones para explotar el recurso. No olvidemos que a “Camisea” lo han convertido en un negocio de miles de millones de dólares.

Asimismo, y en cuanto a su destino, el uso interno implica la aplicación del gas hacia cuatro usos preferentes: (1) Doméstico; (2) Vehicular; (3) Industrial; y (4) Gasoquímica. De allí que, es de vital importancia contar con análisis “ajustados” -a partir del proyecto original- de las proyecciones de demanda. Para el efecto, se debe considerar los escenarios alternos, según como evolucionen las cuatro demandas en el tiempo. Un ejemplo en curso, es el de la intervención de COFIDE en el proceso de reconversión de la matriz energética nacional (gas por diesel-gasolina), así como también la participación del Grupo Rodríguez-Banda, con un proyecto de inversión en una planta de Gas-Química. No olvidemos que, los ahorros en menor gasto de combustibles (cuya base es petróleo), no solo significa menor gasto en importaciones, sino que dichos ahorros se incorporan al consumo interno (en otros bienes y servicios), con ventajas adicionales sobre empleo e ingreso.

Consecuentemente, dichas proyecciones de demanda en el tiempo -a largo plazo-, determinará tanto las reservas requeridas para el consumo interno (R1), así como una reserva adicional para contingencias (R2). La suma de ambas o reserva estratégica (RE = R1 + R2), deberá ser el punto de partida o línea de base, sobre la cual deberá basarse la decisión de establecer los niveles de exportación del gas. De allí que, será el nivel de las reservas probables y probadas –presentes y futuras-, las que servirán de base a las decisiones de establecer “cuotas periódicas” de exportación, y en volúmenes que no se afecte nuestra reserva estratégica de gas. Ante ello, la pregunta es: ¿Con la información disponible, se puede establecer la relación entre reserva estratégica y volúmenes de exportación “permisible” ?... Si así fuere, el dilema planteado se consideraría resuelto -“armónicamente”- entre ambos intereses (privado y público).

Como se entenderá, una solución como la planteada no es -en principio- la que les agradaría a las empresas explotadoras de “Camisea”, en la medida que les impediría “agotar” el recurso para obtener mayores ganancias (y capitales), sobre todo en una coyuntura de precios relativamente altos del petróleo (sustituto). Sin embargo, aunque esta fuera la intención “dominante” en las empresas, y sobre la cual presionan por todos los flancos (medios de “información”, ejecutivo, legislativo, etc.), desde un punto de vista de racionalidad empresarial y considerando que los precios del petróleo tienden a seguir subiendo en el futuro inmediato, agotar yacimientos y hacer liquidez ahora, implica menores ingresos a futuro.

Una explicación, y quizás única y valedera, sería que las empresas concesionadas no son muy solventes financieramente –como muchas de las “premiadas por nuestros privatizadores-, por lo general sin mayores capitales propios y “sostenidas” con el dinero de los peruanos (p.e. AFP’s) de manera tal que “hacer la patria” con el futuro de los peruanos, y “fortalecerse” para dar el salto a las grandes ligas, es una meta que sus necesidades y angurria no pueden resistir. No olviden, todas las familias que usan energía eléctrica, por obra y gracia de nuestros privatizadores, mes a mes estamos pagando el gasoducto... y ya hemos pagado -sin darnos cuenta- mas de 200 millones de dólares. Esperemos que nos den acciones por nuestros aportes... obligatorios.

lunes, enero 09, 2006

Sobre el nacionalismo y temores exagerados...

Un artículo del señor Alfredo Bullard, contenido en la edición de la fecha en el diario “Perú 21”, trata de ilustrarnos sobre que es el nacionalismo y que el patriotismo. Sobre el particular nos dice: “El nacionalismo es el mal del mundo moderno. Fuente de guerras y pobreza, sobre él se construyeron esperpentos inhumanos de odio y resentimiento, como el nazismo y el fascismo. Parte de la idea equivocada que la pertenencia a un colectivo nos concede privilegios, sometiéndonos a un amasijo social indefinido que tiene derecho a quitarnos a unos para dárselo a todos ‘en nombre del interés nacional’. Nacionalismo no es patriotismo, sentimiento de sano cariño por el lugar en que nacimos. El patriotismo genera orgullo; el nacionalismo, odio. En lo económico, genera la falsa idea de que estamos mejor si no intercambiamos con los demás ciudadanos del mundo. Entonces, nos resistimos a la inversión extranjera, a la inmigración y al comercio. Es como si un padre decidiera que en su casa se produce y se hace todo, por lo que no compra ni vende nada fuera de la familia. Ello solo condena a sus hijos al resentimiento, a la pobreza y al autoostracismo”.

Evidentemente, y sin conferirle la categoría de perogrullo, es una interpretación muy personal. Elaborada, desde luego, con fines políticos y de disuasión ante quienes demandan una mayor identificación de las políticas económicas con la necesidad de construir una Estado donde cada uno de sus integrantes tengan las oportunidades de desarrollar sus capacidades para aportar a un bienestar compartido. Donde cada cual defienda lo propio, pero sin contraponerlo a los demás. Ahora bien, si el señor Bullard se espanta ante dicha idea, como muchos otros que hacen del concepto de Nación algo pasado de moda y sin sentido, buscando identificarse con la “globalización”, donde los Estado-Nación son considerados como un anacronismo y contrario a un orden mundial que resolvería los problemas de: inequidad y exclusión social, entonces tienen un gran problema de identificación nacional. Por decir lo menos.

En todo caso, no es mi intención demostrar que cada “idea” incluida en el párrafo del texto referido no aborda el tema que ha pretendido, sino que son contradictorias y que en lugar de ilustrarnos salimos tan confundidos como él. Sin embargo, y por considerarlo pertinente, me permito transcribir un texto de James M. Buchanan (Premio Nobel de Economía, 1986), incluido en su Lección Magistral disertada en la Universidad del Pacífico (Lima, 03.Oct.96), al ser declarado Profesor Honorario de dicho centro de estudios. El texto es el siguiente:

“La historia ha determinado como estamos políticamente organizados. Con algunas excepciones, las gentes del mundo se consideran a sí mismos ciudadanos o sujetos de estados-naciones bien definidos, definidos en parte por las instituciones de la estructura legal. Por ejemplo, las personas, digamos, del Brasil se consideran brasileñas porque están sujetos a los dictados de la ley brasileña. Además, a pesar de intereses individuales y grupales divergentes, los brasileños comparten un interés común potencial, ya sea en el mantenimiento o en el cambio de dicho sistema legal, el cual, considerado en su conjunto, incorpora y personifica la estructura política y la acción política. Lo que quiero decir aquí es que cada persona, sin importar donde viva, posee un interés ‘nacional’ identificable debido a la división político-legal del mundo en unidades políticas nacionales. El individuo puede hablar, metafóricamente, de un ‘interés mundial’, pero ello resulta ser categóricamente distinto del ‘interés nacional’ debido a la ausencia de lazos institucionales entre la persona y el mundo como tal. De modo que cuando una persona, cualquier persona, piensa acerca de cambios en el marco institucional que podría apuntar hacia el fomento de lo que se identifica como su bienestar privado, la atención se vuelve hacia el estado-nación, el marco institucional que es compartido colectivamente por todos sus habitantes, el cual está organizado como la unidad que, potencialmente, puede actuar para el beneficio de todos los miembros como unidad colectiva.”

Espero que lo citado, pueda serle de indispensable ayuda al señor Alfredo Bullard y amigos. En tal caso, guardo la esperanza que tanto él, como muchos de nuestros “hacedores de política” y “líderes de opinión” que se consideran “globalizados” y “neoliberales”, entiendan que el nacionalismo que nos identifica está muy lejos de sus “razonados” argumentos.

viernes, enero 06, 2006

Privatizar... ¿es negocio para un país?

En el tema de privatizar o no empresas estatales, que se justifica con los manidos argumentos de: (1) ganar "eficiencia", y (2) dejen de ser un a "carga" para el Estado; se ha alcanzado ribetes de poca honestidad... o de evidente ingenuidad. Por supuesto, sin decir más sobre el papel de los medios cuyo entusiasmo por la privatización es directamente proporcional a los estímulos -directos o indirectos- que reciben. Medios en los cuales sobresalen con “luz propia”, personas -periodistas y/o profesionales- que se limitan para exponer con transparencia un tema que es trascendente para el presente y futuro, con cuyo actuar solo llevan a crear confusión y abonar la prédica y "logros" privatizadores, y -por supuesto- la consiguiente DESCAPITALIZACIÓN del Estado.

No otra cosa significa que, sin mayores sustentos, constantemente se esté haciendo referencia a que las empresas estatales son: (a) un "botín" de gobierno y/o de que (b) dan "pérdidas" contables. En el primer caso, se vincula la contratación de personal allegado al gobierno de turno y/o de los "negocios" que con variantes, son parte del quehacer de casi todos los directorios que gestionan dichas empresas. En el segundo caso, que no es el de Petroperú que a pesar de habérsele "privatizado" la distribución (servicentros) siguen dando utilidades, por lo general ha sido producto de un exceso de personal y/o de la fijación de precios administrados (políticos), que han estado por debajo de su costo y siendo su finalidad favorecer al consumidor... y las empresas privadas, para hacerlas "competitivas". ¡Créalo!.

Pero en cualquier de dichos casos, y con respecto a las ventajas de privatizar, el tema sigue siendo no sólo de CALIDAD DE GESTIÓN, sino la de ARTICULAR LAS EMPRESAS PÚBLICAS a los fines y políticas del Estado (p.e. Política Energética). Porque una empresa estatal no tiene una naturaleza similar -en cuanto fines- a las del sector privado. Es cierto que se organiza y estructura como tal, pero sus fines trascienden el objetivo único de la GANANCIA, para convertirse en un INSTRUMENTO ECONÓMICO del Estado, en orden a alcanzar sus fines superiores, en favor del país como un todo.

Ello implica que, como empresa estatal sólida y adecuadamente gestionada, COMPITE Y REGULA el mercado, a fin de que los agentes empresariales privados, no concerten precios en perjuicio del usuario o consumidor. Claro, alguien dirá: ¡Tenemos a INDECOPI!. Pero dicha institución, al igual que los organismos supervisores, intervienen -si están bien gestionados- a posteriori (luego de una denuncia), mientras que las empresas estatales con sus precios debidamente establecidos (costo+margen), evitan que los privados mediante procesos de "concertación empresarial" puedan aprovechar coyunturas de escasez o exceso de demanda, a fin de extraerles un plus al consumidor e incrementar sus UTILIDADES... Como usted entenderá, no necesariamente por mayor eficiencia.

Un ejemplo, si el Estado hubiera mantenido a "SolGas" -con su extensa red distribución de gas doméstico-, y no se hubiera "regalado" gracias a las "presiones" de ingenuos profesionales y lobbistas mañosos, quienes claman -hasta ahora- por privatizaciones, no se hubiera necesitado exponer al ridículo al Congreso, que pretendían bajar el precio del gas doméstico, apelando a la "buena voluntad" de los distribuidores privados. Bastaba conque "SolGas" hiciera el papel de regulador, y se mantuviera vendiendo a los precios reales; esto es, sin el plus de la concertación de precios entre "amigotes de la empresa privada".

Como entenderán, ejemplos hay infinidad, pero considero suficiente para que se entienda que una empresa estatal... no tiene los mismos fines -estrechos, socialmente- que una empresa privada. Y dejo en el tintero una arista más: las ganancias de las empresas estatales (las "carnecitas"), son un medio de REDISTRIBUCIÓN DE RIQUEZA, ya que con las mismas se hacen reinversiones reproductivas (más empleo e ingresos) y/o se destinan a ampliar la infraestructura económica (carreteras, canales, electrificación,...) y social (escuelas, hospitales,...). Puede usted imaginar que ha pasado con las utilidades de empresas estatales que han sido privatizadas. Algunas por la naturaleza de sus contratos, no pagan más impuestos a las ganancias. Y por favor, no me argumenten con el IGV, por que ése lo pagan todos los consumidores, siendo las empresas solo "agentes de retención". No tiene nada que ver con las ganancias. Esas no se tocan, ¡no faltaba más!.

lunes, enero 02, 2006

Los MEF-Boys... o en busca del continuismo económico

Hace unas semanas, para ser más exacto desde el mes de diciembre y a partir de la mejora de Ollanta Humala y el estancamiento de Lourdes en las encuestas, la cofradía del MEF que se consideran los “dueños” del manejo económico, dentro de los cuales se incluye a sus condicionales que pululan “usufructuando” instituciones como: PCM, BCR, FONAFE, Pro-Inversión, SBS, Organismos Supervisores, entre otros; están atravesando un singular “ataque de nervios”, lo que los ha obligado a mantener una sistemática defensa de los “logros económicos”, que sin decirlo directamente se lo atribuyen a su “destacada gestión” y no a dos años de "buenos precios" internacionales de los minerales. De allí que, en razón a su "autoridad demostrada", nos insisten en que no hay que pensar siquiera en: (1) modificar la Constitución del 93, ni (2) dejarlos fuera a ellos... porque sino, se nos viene una verdadera debacle nacional... ¡No faltaba más!.

Precisamente, luego de nuestros amigos: Zavala, Teullet, V. Zavala, Basombrío, y otros “entusiastas” defensores del modelo (¿?) económico, vuelve a expresar su dilecta opinión nuestra amiga C. Blume. De acuerdo a lo expresado en “Correo”, nos desea un Feliz 2006 y nos recuerda que: (1) “El año pasado ha sido bastante bueno en términos económicos. Obviamente no para todas las familias”; (2) “A pesar de eso, mucha gente ha experimentado una mejoría en su situación en base a mejores ingresos, precios estables y, en algunos casos, nuevos puestos de trabajo”; (3) “Los países que han cambiado la vida de sus ciudadanos son países que han seguido un modelo durante muchos años, no países que cambian cada quinquenio”; (4) “La pobreza ha disminuido un poco, debemos hacer que siga disminuyendo. ¿Cómo? Creando riqueza, cuyo fruto directo es el trabajo. No hay otra forma”; y (5) “Quien diga que el modelo se ha agotado deberá explicar cuál será el nuevo modelo que permita disminuir la pobreza”... entre otras pastillas de optimismo.

Realmente, es un mensaje bastante humano y dolido... ¡quien lo pensara!. Claro, mientras tanto los pobres tienen que hacer su colita y esperar (10 a 15 años, dixit) que se siga "creando riqueza" y luego... ¡Albricias!. Bueno, candores (¿?) o sentimientos navideños al margen, la señora Blume le haría -ahora sí- un gran servicio a la Nación, si antes de que pida que le presenten el “modelo alternativo”, primero nos explica de manera resumida y didáctica, su tan mentado y nada conocido “modelo”, diciéndonos: (a) quienes y cuando elaboraron “su” modelo; (b) sin exigirse en fórmulas econométricas, que describa la estructura (variables, funciones y restricciones) del modelo; y (c) en que momento y en razón a que se hicieron ajustes y como funcionan los mismos. Desde luego, para empezar... y como diría don José: “modelito manda”.

Por lo demás y aprovechando el momento, hagamos algo mas útil y hablemos sobre Realidad Nacional, algo que le es tan ajeno a los MEF-Boys. Por supuesto, y de acuerdo a su perspectiva previa, es posible que usted encuentre elementos que expliquen si realmente tenemos una economía exitosa y si dentro de ella lograremos REDISTRIBUIR -a través de mayores empleos y mejores ingresos- los logros (¿?) alcanzados luego de un "inteligente" manejo de las políticas económicas, con el fin de erradicar la pobreza. Porque si vamos a seguir creando riqueza y distribuyendo pobreza, el futuro no será para nada auspicioso. No hay que olvidar lo simple de la economía: (1) mas empleo y mas ingresos fortalece la demanda interna y crea efectos multiplicadores (más inversiones y mas empleos); (2) si una persona tiene trabajo y/o mejor ingreso, puede pagar mas por los productos y servicios, haciendo rentable y competiva la producción interna; y (3) un mercado interno amplio, dinámico y rentable, puede hacer que el país soporte mejor cualquier coyuntura de caída de precios en la exportación.

Entonces, y entrando al tema, precisemos que en la ECONOMÍA de un país, se reconoce dos destinos de la producción o fines productivos: (1) el abastecimiento interno y (2) la exportación. El primero, dado los recursos y la tecnología disponible, sirve de base para procurarnos de todos los bienes que necesitamos para satisfacer las necesidades básicas de la población. El segundo, y si la producción fuere suficiente y generara excedentes, se venden estos al extranjero para obtener divisas. Dichas divisas, a su vez, servirán tanto para: (i) adquirir otros productos del extranjero (IMPORTACIÓN) que nos son NECESARIOS y/o que NO PRODUCIMOS en cantidades suficientes; así como (ii) medio para generar ahorros de divisas, que se usarán para realizar nuevas inversiones y/o para tener un respaldo ante cualquier eventualidad futura.

Por otra parte, y estando claro con respecto a los fines duales de la economía -arriba mencionados-, queda por examinar que tipo de productos EXPORTAMOS (materia prima o manufactura) y a que precios internacionales, así como que tipo de productos IMPORTAMOS (equipos, insumos y/o productos “basura”) y a que precios internacionales. Es decir, de donde se obtienen las divisas y como las gastamos. Precisamente, este es un punto que requiere la mayor precisión por parte de los hacedores de política y/o manejadores de nuestra economía, en la medida que la relación entre estos dos flujos de divisas (positivo o negativo) determina si estamos actuando de manera RACIONAL. Esto es, estamos reorientando las divisas hacia sectores productivos o de servicios que son altos generadores de: empleos, ingresos y mayor consumo interno (bienestar), tales como la Agricultura, Industria, Pesca y Turismo, principalmente. O si estamos “quemando” divisas, tanto en la importación de productos “baratos” de baja calidad y duración, así como en la importación de productos (arroz, maíz y azúcar) en los cuales somos AUTOSUFICIENTES.

Ahora bien, no se necesita mucho para entender si estamos aplicando una racional política de manejo de divisas, al margen de lo que es el campo de la iniciativa privada y donde el gobierno tiene instrumentos para reorientar el uso de las mismas en función de los grandes objetivos nacionales. Desde luego, si los hay. Una revisión de los flujos de importación, durante el período 1990-2001, nos señala que las importaciones se excedieron a las exportaciones en un total de 10,811.74 millones de dólares; esto es, un valor equivalente al 20% del PBI actual. Ha sido la época “feliz” de las grandes tiendas y cadenas de importadores, facilitado por una Ley de Bancos promotora del ya famoso CRÉDITO DE CONSUMO que les ha permitido obtener ganancias o rentabilidad superiores al 50% anual, niveles que no se aproximan ni remotamente a la rentabilidad de las empresas nacionales, muchas de las cuales QUEBRARON gracias a los privilegios (apertura de mercados) logrados por los IMPORTADORES (MEF y COMEX... de por medio).

Ni que decir que, entre el 2002-2004, cuando se hacía sentir una mejora del ingreso por exportaciones, y gracias a la subida de los precios internacionales de nuestros minerales, los importadores volvieron a hacer de las suyas sobrepasando las exportaciones en un monto de 2,910.19 millones de dólares, monto que no puede atribuirse sino parcialmente (30%) a la subida del petróleo. Resumiendo, entre el 1992 (Autogolpe y “Reformas”) y el 2004, las importaciones tomaron de las exportaciones, un total de 14,554.16 millones de dólares. Y cuidado, no fueron para maquinarias e insumos, sino para SUSTITUIR producción nacional (alimentos, vestidos, calzados, artefactos, autos usados y otras mercaderías “basura”), productos capaces de haber sido producidas internamente dando trabajo y empleos... pero no, si había que escoger entre la QUIEBRA de la Agricultura para abastecimiento interno y las GANANCIAS de las empresas importadoras, se decidió por lo segundo. ¿Porqué?, porque así manda el modelo (¿?) de política económica... que nadie conoce.