Los MEF-Boys... o en busca del continuismo económico
Hace unas semanas, para ser más exacto desde el mes de diciembre y a partir de la mejora de Ollanta Humala y el estancamiento de Lourdes en las encuestas, la cofradía del MEF que se consideran los “dueños” del manejo económico, dentro de los cuales se incluye a sus condicionales que pululan “usufructuando” instituciones como: PCM, BCR, FONAFE, Pro-Inversión, SBS, Organismos Supervisores, entre otros; están atravesando un singular “ataque de nervios”, lo que los ha obligado a mantener una sistemática defensa de los “logros económicos”, que sin decirlo directamente se lo atribuyen a su “destacada gestión” y no a dos años de "buenos precios" internacionales de los minerales. De allí que, en razón a su "autoridad demostrada", nos insisten en que no hay que pensar siquiera en: (1) modificar la Constitución del 93, ni (2) dejarlos fuera a ellos... porque sino, se nos viene una verdadera debacle nacional... ¡No faltaba más!.
Precisamente, luego de nuestros amigos: Zavala, Teullet, V. Zavala, Basombrío, y otros “entusiastas” defensores del modelo (¿?) económico, vuelve a expresar su dilecta opinión nuestra amiga C. Blume. De acuerdo a lo expresado en “Correo”, nos desea un Feliz 2006 y nos recuerda que: (1) “El año pasado ha sido bastante bueno en términos económicos. Obviamente no para todas las familias”; (2) “A pesar de eso, mucha gente ha experimentado una mejoría en su situación en base a mejores ingresos, precios estables y, en algunos casos, nuevos puestos de trabajo”; (3) “Los países que han cambiado la vida de sus ciudadanos son países que han seguido un modelo durante muchos años, no países que cambian cada quinquenio”; (4) “La pobreza ha disminuido un poco, debemos hacer que siga disminuyendo. ¿Cómo? Creando riqueza, cuyo fruto directo es el trabajo. No hay otra forma”; y (5) “Quien diga que el modelo se ha agotado deberá explicar cuál será el nuevo modelo que permita disminuir la pobreza”... entre otras pastillas de optimismo.
Realmente, es un mensaje bastante humano y dolido... ¡quien lo pensara!. Claro, mientras tanto los pobres tienen que hacer su colita y esperar (10 a 15 años, dixit) que se siga "creando riqueza" y luego... ¡Albricias!. Bueno, candores (¿?) o sentimientos navideños al margen, la señora Blume le haría -ahora sí- un gran servicio a la Nación, si antes de que pida que le presenten el “modelo alternativo”, primero nos explica de manera resumida y didáctica, su tan mentado y nada conocido “modelo”, diciéndonos: (a) quienes y cuando elaboraron “su” modelo; (b) sin exigirse en fórmulas econométricas, que describa la estructura (variables, funciones y restricciones) del modelo; y (c) en que momento y en razón a que se hicieron ajustes y como funcionan los mismos. Desde luego, para empezar... y como diría don José: “modelito manda”.
Por lo demás y aprovechando el momento, hagamos algo mas útil y hablemos sobre Realidad Nacional, algo que le es tan ajeno a los MEF-Boys. Por supuesto, y de acuerdo a su perspectiva previa, es posible que usted encuentre elementos que expliquen si realmente tenemos una economía exitosa y si dentro de ella lograremos REDISTRIBUIR -a través de mayores empleos y mejores ingresos- los logros (¿?) alcanzados luego de un "inteligente" manejo de las políticas económicas, con el fin de erradicar la pobreza. Porque si vamos a seguir creando riqueza y distribuyendo pobreza, el futuro no será para nada auspicioso. No hay que olvidar lo simple de la economía: (1) mas empleo y mas ingresos fortalece la demanda interna y crea efectos multiplicadores (más inversiones y mas empleos); (2) si una persona tiene trabajo y/o mejor ingreso, puede pagar mas por los productos y servicios, haciendo rentable y competiva la producción interna; y (3) un mercado interno amplio, dinámico y rentable, puede hacer que el país soporte mejor cualquier coyuntura de caída de precios en la exportación.
Entonces, y entrando al tema, precisemos que en la ECONOMÍA de un país, se reconoce dos destinos de la producción o fines productivos: (1) el abastecimiento interno y (2) la exportación. El primero, dado los recursos y la tecnología disponible, sirve de base para procurarnos de todos los bienes que necesitamos para satisfacer las necesidades básicas de la población. El segundo, y si la producción fuere suficiente y generara excedentes, se venden estos al extranjero para obtener divisas. Dichas divisas, a su vez, servirán tanto para: (i) adquirir otros productos del extranjero (IMPORTACIÓN) que nos son NECESARIOS y/o que NO PRODUCIMOS en cantidades suficientes; así como (ii) medio para generar ahorros de divisas, que se usarán para realizar nuevas inversiones y/o para tener un respaldo ante cualquier eventualidad futura.
Por otra parte, y estando claro con respecto a los fines duales de la economía -arriba mencionados-, queda por examinar que tipo de productos EXPORTAMOS (materia prima o manufactura) y a que precios internacionales, así como que tipo de productos IMPORTAMOS (equipos, insumos y/o productos “basura”) y a que precios internacionales. Es decir, de donde se obtienen las divisas y como las gastamos. Precisamente, este es un punto que requiere la mayor precisión por parte de los hacedores de política y/o manejadores de nuestra economía, en la medida que la relación entre estos dos flujos de divisas (positivo o negativo) determina si estamos actuando de manera RACIONAL. Esto es, estamos reorientando las divisas hacia sectores productivos o de servicios que son altos generadores de: empleos, ingresos y mayor consumo interno (bienestar), tales como la Agricultura, Industria, Pesca y Turismo, principalmente. O si estamos “quemando” divisas, tanto en la importación de productos “baratos” de baja calidad y duración, así como en la importación de productos (arroz, maíz y azúcar) en los cuales somos AUTOSUFICIENTES.
Ahora bien, no se necesita mucho para entender si estamos aplicando una racional política de manejo de divisas, al margen de lo que es el campo de la iniciativa privada y donde el gobierno tiene instrumentos para reorientar el uso de las mismas en función de los grandes objetivos nacionales. Desde luego, si los hay. Una revisión de los flujos de importación, durante el período 1990-2001, nos señala que las importaciones se excedieron a las exportaciones en un total de 10,811.74 millones de dólares; esto es, un valor equivalente al 20% del PBI actual. Ha sido la época “feliz” de las grandes tiendas y cadenas de importadores, facilitado por una Ley de Bancos promotora del ya famoso CRÉDITO DE CONSUMO que les ha permitido obtener ganancias o rentabilidad superiores al 50% anual, niveles que no se aproximan ni remotamente a la rentabilidad de las empresas nacionales, muchas de las cuales QUEBRARON gracias a los privilegios (apertura de mercados) logrados por los IMPORTADORES (MEF y COMEX... de por medio).
Ni que decir que, entre el 2002-2004, cuando se hacía sentir una mejora del ingreso por exportaciones, y gracias a la subida de los precios internacionales de nuestros minerales, los importadores volvieron a hacer de las suyas sobrepasando las exportaciones en un monto de 2,910.19 millones de dólares, monto que no puede atribuirse sino parcialmente (30%) a la subida del petróleo. Resumiendo, entre el 1992 (Autogolpe y “Reformas”) y el 2004, las importaciones tomaron de las exportaciones, un total de 14,554.16 millones de dólares. Y cuidado, no fueron para maquinarias e insumos, sino para SUSTITUIR producción nacional (alimentos, vestidos, calzados, artefactos, autos usados y otras mercaderías “basura”), productos capaces de haber sido producidas internamente dando trabajo y empleos... pero no, si había que escoger entre la QUIEBRA de la Agricultura para abastecimiento interno y las GANANCIAS de las empresas importadoras, se decidió por lo segundo. ¿Porqué?, porque así manda el modelo (¿?) de política económica... que nadie conoce.
Precisamente, luego de nuestros amigos: Zavala, Teullet, V. Zavala, Basombrío, y otros “entusiastas” defensores del modelo (¿?) económico, vuelve a expresar su dilecta opinión nuestra amiga C. Blume. De acuerdo a lo expresado en “Correo”, nos desea un Feliz 2006 y nos recuerda que: (1) “El año pasado ha sido bastante bueno en términos económicos. Obviamente no para todas las familias”; (2) “A pesar de eso, mucha gente ha experimentado una mejoría en su situación en base a mejores ingresos, precios estables y, en algunos casos, nuevos puestos de trabajo”; (3) “Los países que han cambiado la vida de sus ciudadanos son países que han seguido un modelo durante muchos años, no países que cambian cada quinquenio”; (4) “La pobreza ha disminuido un poco, debemos hacer que siga disminuyendo. ¿Cómo? Creando riqueza, cuyo fruto directo es el trabajo. No hay otra forma”; y (5) “Quien diga que el modelo se ha agotado deberá explicar cuál será el nuevo modelo que permita disminuir la pobreza”... entre otras pastillas de optimismo.
Realmente, es un mensaje bastante humano y dolido... ¡quien lo pensara!. Claro, mientras tanto los pobres tienen que hacer su colita y esperar (10 a 15 años, dixit) que se siga "creando riqueza" y luego... ¡Albricias!. Bueno, candores (¿?) o sentimientos navideños al margen, la señora Blume le haría -ahora sí- un gran servicio a la Nación, si antes de que pida que le presenten el “modelo alternativo”, primero nos explica de manera resumida y didáctica, su tan mentado y nada conocido “modelo”, diciéndonos: (a) quienes y cuando elaboraron “su” modelo; (b) sin exigirse en fórmulas econométricas, que describa la estructura (variables, funciones y restricciones) del modelo; y (c) en que momento y en razón a que se hicieron ajustes y como funcionan los mismos. Desde luego, para empezar... y como diría don José: “modelito manda”.
Por lo demás y aprovechando el momento, hagamos algo mas útil y hablemos sobre Realidad Nacional, algo que le es tan ajeno a los MEF-Boys. Por supuesto, y de acuerdo a su perspectiva previa, es posible que usted encuentre elementos que expliquen si realmente tenemos una economía exitosa y si dentro de ella lograremos REDISTRIBUIR -a través de mayores empleos y mejores ingresos- los logros (¿?) alcanzados luego de un "inteligente" manejo de las políticas económicas, con el fin de erradicar la pobreza. Porque si vamos a seguir creando riqueza y distribuyendo pobreza, el futuro no será para nada auspicioso. No hay que olvidar lo simple de la economía: (1) mas empleo y mas ingresos fortalece la demanda interna y crea efectos multiplicadores (más inversiones y mas empleos); (2) si una persona tiene trabajo y/o mejor ingreso, puede pagar mas por los productos y servicios, haciendo rentable y competiva la producción interna; y (3) un mercado interno amplio, dinámico y rentable, puede hacer que el país soporte mejor cualquier coyuntura de caída de precios en la exportación.
Entonces, y entrando al tema, precisemos que en la ECONOMÍA de un país, se reconoce dos destinos de la producción o fines productivos: (1) el abastecimiento interno y (2) la exportación. El primero, dado los recursos y la tecnología disponible, sirve de base para procurarnos de todos los bienes que necesitamos para satisfacer las necesidades básicas de la población. El segundo, y si la producción fuere suficiente y generara excedentes, se venden estos al extranjero para obtener divisas. Dichas divisas, a su vez, servirán tanto para: (i) adquirir otros productos del extranjero (IMPORTACIÓN) que nos son NECESARIOS y/o que NO PRODUCIMOS en cantidades suficientes; así como (ii) medio para generar ahorros de divisas, que se usarán para realizar nuevas inversiones y/o para tener un respaldo ante cualquier eventualidad futura.
Por otra parte, y estando claro con respecto a los fines duales de la economía -arriba mencionados-, queda por examinar que tipo de productos EXPORTAMOS (materia prima o manufactura) y a que precios internacionales, así como que tipo de productos IMPORTAMOS (equipos, insumos y/o productos “basura”) y a que precios internacionales. Es decir, de donde se obtienen las divisas y como las gastamos. Precisamente, este es un punto que requiere la mayor precisión por parte de los hacedores de política y/o manejadores de nuestra economía, en la medida que la relación entre estos dos flujos de divisas (positivo o negativo) determina si estamos actuando de manera RACIONAL. Esto es, estamos reorientando las divisas hacia sectores productivos o de servicios que son altos generadores de: empleos, ingresos y mayor consumo interno (bienestar), tales como la Agricultura, Industria, Pesca y Turismo, principalmente. O si estamos “quemando” divisas, tanto en la importación de productos “baratos” de baja calidad y duración, así como en la importación de productos (arroz, maíz y azúcar) en los cuales somos AUTOSUFICIENTES.
Ahora bien, no se necesita mucho para entender si estamos aplicando una racional política de manejo de divisas, al margen de lo que es el campo de la iniciativa privada y donde el gobierno tiene instrumentos para reorientar el uso de las mismas en función de los grandes objetivos nacionales. Desde luego, si los hay. Una revisión de los flujos de importación, durante el período 1990-2001, nos señala que las importaciones se excedieron a las exportaciones en un total de 10,811.74 millones de dólares; esto es, un valor equivalente al 20% del PBI actual. Ha sido la época “feliz” de las grandes tiendas y cadenas de importadores, facilitado por una Ley de Bancos promotora del ya famoso CRÉDITO DE CONSUMO que les ha permitido obtener ganancias o rentabilidad superiores al 50% anual, niveles que no se aproximan ni remotamente a la rentabilidad de las empresas nacionales, muchas de las cuales QUEBRARON gracias a los privilegios (apertura de mercados) logrados por los IMPORTADORES (MEF y COMEX... de por medio).
Ni que decir que, entre el 2002-2004, cuando se hacía sentir una mejora del ingreso por exportaciones, y gracias a la subida de los precios internacionales de nuestros minerales, los importadores volvieron a hacer de las suyas sobrepasando las exportaciones en un monto de 2,910.19 millones de dólares, monto que no puede atribuirse sino parcialmente (30%) a la subida del petróleo. Resumiendo, entre el 1992 (Autogolpe y “Reformas”) y el 2004, las importaciones tomaron de las exportaciones, un total de 14,554.16 millones de dólares. Y cuidado, no fueron para maquinarias e insumos, sino para SUSTITUIR producción nacional (alimentos, vestidos, calzados, artefactos, autos usados y otras mercaderías “basura”), productos capaces de haber sido producidas internamente dando trabajo y empleos... pero no, si había que escoger entre la QUIEBRA de la Agricultura para abastecimiento interno y las GANANCIAS de las empresas importadoras, se decidió por lo segundo. ¿Porqué?, porque así manda el modelo (¿?) de política económica... que nadie conoce.