martes, abril 18, 2006

El TLC o las verdades no dichas...

El tema del TLC, cuyas implicancias en el diseño de políticas económicas para afrontar los retos de desarrollo de nuestro país, no ha alcanzado -ni siquiera relativamente- un nivel de discusión y esclarecimiento que su trascendencia demanda. De hecho los promotores y/o defensores del Acuerdo de Libre Comercio (ALC o FTA/Free Trade Agreement) mal denominado “Tratado”, o TLC, se han limitado a mantener argumentos como: (1) El Acuerdo de Promoción del Comercio Andino y Erradicación de Droga, o ATPDEA -por sus siglas en inglés-, es un éxito en exportaciones y empleo; (2) El ATPDEA se vence en diciembre del 2006, por lo que la única opción para el país para seguir accediendo en condiciones similares al mercado norteamericano, y mantener los logros, es la de suscribir el ALC o TLC antes de dicho término; (3) Si no se firma el ALC o TLC, y se vence el ATPDEA, lo alcanzado en exportaciones y empleo se perderá y ello traerá consigo un descalabro del sector exportador beneficiado con el ATPDEA y -por extensión- de la economía y la gobernabilidad; entre otros argumentos no menos apocalípticos.

Lo cierto, es que hasta ahora no se encuentra a disposición de la población peruana, siquiera unos cuadros resúmenes respecto a que sectores y que productos son los que se han venido beneficiando de las preferencias arancelarias para acceder al mercado norteamericano, no sólo a partir de la vigencia del ATPDEA, sino desde el 1993 en que unilateralmente los EE.UU. aprobó la Ley de Preferencias Comerciales Andinas
(ATPA, en inglés). Es decir, después de 13 años de preferencias arancelarias relativas, se debe tener un registro amplio y detallado de cómo ha evolucionado sectores y productos objeto de los alcances de las preferencias, indicándose como ha sido su interacción en términos de la dinamización económico-productiva e impactos socioeconómicos en los espacios sensibles y motivadores del ATPA y ATPDEA; esto es, en las zonas de producción de hoja de coca, y en particular de aquellas donde la mayor producción se destina a fines ilícitos. Tampoco, se ha explicado lo suficiente con relación al tema de las "condiciones" (productos agrarios y propiedad intelectual-medicinas) impuestas por la parte americana, así como sobre las formas en que se verá afectado el proceso de consolidación y/o constitución de bloques comerciales sudamericanos (CAN, MERCOSUR, GRUPO 20). En particular, de que manera el TLC contraviene los acuerdos comerciales y de integración -previamente suscritos-, y cual el papel "protagónico" y de credibilidad en el contexto latinoamericano que pretendemos a futuro

Precisamente, estos son los aspectos menos divulgados dentro de la controversia alrededor del TLC, y de manera particular, con relación a los logros a favor de los supuestamente primeros beneficiados del ATPA y ATPDEA, donde los beneficios directos han sido hacia empresas -de Lima y ciudades costeñas- que poco o nada aportaban a resolver el tema de la sustitución de cultivos de hoja de coca, la reducción de áreas cocaleras y la menor oferta de estupefacientes al mercado norteamericano, particularmente. De hecho, las características que asume el TLC, es una muestra que los temas de la pobreza y el narcotráfico, han dejado de ser una prioridad para la política norteamericana, dando un mayor énfasis a las relaciones comerciales bilaterales con nuestros países y con la finalidad de: (i) proteger y ampliar mercados para “rentabilizar” su agricultura subsidiada, y consistente con las medidas de retirar progresivamente los subsidios internos que presionan sobre las cuentas fiscales; (ii) la formación de “bloques” de países supeditados a los EE.UU., dentro de su estrategia de imponer condiciones a los bloques europeos y asiáticos en el proceso de negociaciones en el seno de la OMC (Organización Mundial de Comercio); y (iii) consolidar el paradigma “neoliberal” afirmado en el Consenso de Washington, respecto a que el “Libre Comercio” es el único medio de engrandecer a los países y erradicar la pobreza mundial.

Sobre lo esbozado, considero pertinente conocer algunos puntos de vista expuestos sin rodeos y sin sutilezas, por la Misión de la Comisión de Medios y Arbitrios del Congreso de EE.UU., dentro de sus objetivos de monitorear los avances del ALCA y los Acuerdos de Libre Comercio (ALC o TLC), en particular con Colombia, Ecuador y Perú. Dichos comentarios, son una introducción a enfoques que difieren de la versión liviana y poco -o nada- transparente con que los “lobbies del TLC” han inundado los medios y círculos de opinión política, sino a los propios partidos o alianzas con peso deliberante en la formulación de políticas de desarrollo. Sobre el particular, señalo que he realizado una traducción libre de la “Introducción y Antecedentes”, cuyo texto inserto a continuación; sin embargo, el documento completo -versión en inglés- lo puede descargar del link: Report...

"Del 3 al 9 de julio del 2005, una delegación bipartidaria de los miembros del Comité de Medios y Arbitrios del Congreso, viajaron a Colombia, Ecuador, y Perú. El propósito del viaje de la delegación era centrarse en las negociaciones en curso para un Acuerdo de Libre Comercio con los referidos países y discutir temas sobre inversión y seguridad en la región. La delegación puso énfasis en que las actuales preferencias comerciales unilaterales bajo el Acta de Promoción del Comercio Andino y Erradicación de Droga (ATPDEA) están fijadas para expirar en diciembre de 2006, y la única manera que los países andinos pueden replicar su acceso al mercado de Estados Unidos, después de que expiren estas ventajas, es a través de un comprensivo y bilateral Acuerdo de Libre Comercio que proporcione un acceso recíproco de mercado.

El Congreso concedió preferencias comerciales unilaterales a la región en 1991 bajo el Acta Andina de Preferencia Comercial (ATPA), la cual identifica a Bolivia, Colombia, Ecuador, y Perú como beneficiarios potenciales. Colombia y Bolivia fueron designados para las ventajas en 1992; Ecuador y Perú fueron designados en 1993. Cada uno de estas designaciones se han revisado anualmente y se ha renovado. El ATPA original no permitió el tratamiento con libre derechos de aduana para varios productos sensibles, tales como ciertos artículos textiles y confecciones. En 2002, el Congreso decretó el ATPDEA para extender y para realzar las ventajas comerciales del ATPA como manera de crear alternativas adicionales a la producción ilícita de la droga, de manera tal que se incremente la seguridad política en la región andina y el hemisferio. En general, el ATPDEA extendió las ventajas comerciales hasta el 31 de diciembre del 2006, y ampliado su cobertura para incluir productos adicionales tales como confecciones con tejidos importados de los Estados Unidos, confecciones andinas hecha con tejidos regional supeditado a cobertura, y cierto atún.

Durante la reunión ministerial para el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en Miami-Florida, en noviembre de 2003, la Administración (Ejecutivo) notificó al Congreso de sus planes para negociar un Acuerdo de Libre Comercio (ALC, conocido como TLC) con Colombia, Perú, Ecuador, y Bolivia. Las negociaciones del ALC (FTA, en inglés) comenzaron en mayo de 2004 con Colombia, Perú, y Ecuador, y se han llevado a cabo once rondas de negociación. Bolivia es actualmente un observador en las negociaciones"
.

2 comentarios:

nesiko dijo...

hay muchas cosas que aun no se saben ...

ya sabes ... los que tienen plata mandan y cuando tiene medios de comunicacion mediocres .. la hacen linda ...

José A. Pacheco dijo...

En un comentario anterior, hice referencia a:

"Como puedes revisar en:
http://www.bcrp.gob.pe/Espanol/WEstadistica/cuadros/mensuales/Nota_2000/NCua_095.xls

... entre el 2003 y el 2005 (dos de los años que citas entre tus datos), la balanza comercial peruana se amplió en más de 8 mil millones de dólares. En el 2004 y en el 2005 se superó los 10 mil millones en exportaciones, y la balanza casi se duplicó entre el 2004 y el 2005."

Los crecientes indicadores de exportaciones, que arrojan una balanza comercial por demás positiva, muestran que en los años en que tuvimos la ATPDEA -que otorgó una serie de beneficios al Perú, sin un correlato para los EUA- "casualmente" nos fue mejor en dichos rubros. Si bien el precio de los minerales tiene mucho que ver en ello -y ahí la ATPDEA no ayudó- es notorio el marcado crecimiento que se dió mientras ésta ha estado vigente.

Que algunos sectores puedan perjudicarse es más que evidente. Pero el análisis debe hacerse en función a cuánto beneficio y cuánto perjuicio se genera. Si los beneficios son mayores, el TLC será eficiente para nuestro mercado [en términos de Kaldor-Hicks]. El problema de la distribución de la riqueza es otro, pero no se solucionará castigando a los generadores de riqueza.

El TLC da oportunidades pero para ser aprovechadas necesitamos mayor competitividad. Estaremos entrando al mercado más grande -en términos de consumo- del mundo, con condiciones más que favorables, pero con muchos competidores. Cuando se dió el NAFTA y los acuerdos con Centroamérica, los empresarios peruanos sufrieron por los aranceles, pues les restaba competitividad en relación a los productores de los países beneficiados con aquellos acuerdos. Y además debe tenerse en cuenta que la desgravación por aranceles a la importación desde los EUA operará progresivamente, hasta en 15 años, y sólo se aplicará al 80% de la canasta de productos de los EUA, mientras que para nosotros la desgravación será automática y por el 100%.

El sector agrícola no sufrirá porque ya importamos casi todo el arroz, azúcar, trigo y maíz que consumimos. Quedarse estancados en estos productos los hace menos eficientes y los estanca. Y tendrán un plazo amplio para enfrentar el cambio. Deberán buscar otros cultivos. Más espárragos, más chirimoyas, más mangos, más lúcumas, más caracoles, más gusanos de seda. Nuestros empresarios son mediocres, razón por la cual en el mercado formal existe tanta liquidez en los bancos que no puede ser invertida. Y siempre piden medidas proteccionistas que fuerzan a los consumidores a pagar más por menor calidad (como los lobbies contra los producots chinos, implsados por Waisman, Mufarech y otros próceres). El TLC beneficiará a todos los consumidores más baratos, y a eso le temen los empresarios no competitivos, que vienen financiando millonarias campañas para dar "su lado de la historia", pero mintiendo. Como esos jingles apocalípticos. Sólo nos empujan a la ignorancia y la desinformación.

Pero los empresarios que tienen buenas ideas y productos diferentes dan empleo y se benefician de la ATPDEA hoy, y lo harán del TLC en el futuro.