jueves, enero 12, 2006

El dilema sobre el gas peruano

Cuando se plantea el dilema, no se dice exportar o uso interno, ni mucho menos: exportar o no, que es una forma de opinión que tiende al rechazo –por su “extremismo”- y que son muy usadas por los medios y opinantes pro-exportación, como una forma de convertir o confundir una solución técnica y prospectiva, en una actitud “nacionalista” y “caprichosa”. En particular, cuando refieren a sectores profesionales cuyo conocimiento de la temática hace relevante sus opiniones, pero que las mismas tienden a ser relativizadas en los medios “estimulados” por los “lobbies” del gas. Es evidente por tanto, que hablamos de una solución adecuada con relación al uso del gas como país, de manera tal que las decisiones no pasan solamente por el interés de las compañías extractoras (mas ventas, menos reservas), sino por la armonización de dicho interés con el del país (mas reservas, menos dependencia externa), que en última instancia es lo que ha motivado y promovido las concesiones para explotar el recurso. No olvidemos que a “Camisea” lo han convertido en un negocio de miles de millones de dólares.

Asimismo, y en cuanto a su destino, el uso interno implica la aplicación del gas hacia cuatro usos preferentes: (1) Doméstico; (2) Vehicular; (3) Industrial; y (4) Gasoquímica. De allí que, es de vital importancia contar con análisis “ajustados” -a partir del proyecto original- de las proyecciones de demanda. Para el efecto, se debe considerar los escenarios alternos, según como evolucionen las cuatro demandas en el tiempo. Un ejemplo en curso, es el de la intervención de COFIDE en el proceso de reconversión de la matriz energética nacional (gas por diesel-gasolina), así como también la participación del Grupo Rodríguez-Banda, con un proyecto de inversión en una planta de Gas-Química. No olvidemos que, los ahorros en menor gasto de combustibles (cuya base es petróleo), no solo significa menor gasto en importaciones, sino que dichos ahorros se incorporan al consumo interno (en otros bienes y servicios), con ventajas adicionales sobre empleo e ingreso.

Consecuentemente, dichas proyecciones de demanda en el tiempo -a largo plazo-, determinará tanto las reservas requeridas para el consumo interno (R1), así como una reserva adicional para contingencias (R2). La suma de ambas o reserva estratégica (RE = R1 + R2), deberá ser el punto de partida o línea de base, sobre la cual deberá basarse la decisión de establecer los niveles de exportación del gas. De allí que, será el nivel de las reservas probables y probadas –presentes y futuras-, las que servirán de base a las decisiones de establecer “cuotas periódicas” de exportación, y en volúmenes que no se afecte nuestra reserva estratégica de gas. Ante ello, la pregunta es: ¿Con la información disponible, se puede establecer la relación entre reserva estratégica y volúmenes de exportación “permisible” ?... Si así fuere, el dilema planteado se consideraría resuelto -“armónicamente”- entre ambos intereses (privado y público).

Como se entenderá, una solución como la planteada no es -en principio- la que les agradaría a las empresas explotadoras de “Camisea”, en la medida que les impediría “agotar” el recurso para obtener mayores ganancias (y capitales), sobre todo en una coyuntura de precios relativamente altos del petróleo (sustituto). Sin embargo, aunque esta fuera la intención “dominante” en las empresas, y sobre la cual presionan por todos los flancos (medios de “información”, ejecutivo, legislativo, etc.), desde un punto de vista de racionalidad empresarial y considerando que los precios del petróleo tienden a seguir subiendo en el futuro inmediato, agotar yacimientos y hacer liquidez ahora, implica menores ingresos a futuro.

Una explicación, y quizás única y valedera, sería que las empresas concesionadas no son muy solventes financieramente –como muchas de las “premiadas por nuestros privatizadores-, por lo general sin mayores capitales propios y “sostenidas” con el dinero de los peruanos (p.e. AFP’s) de manera tal que “hacer la patria” con el futuro de los peruanos, y “fortalecerse” para dar el salto a las grandes ligas, es una meta que sus necesidades y angurria no pueden resistir. No olviden, todas las familias que usan energía eléctrica, por obra y gracia de nuestros privatizadores, mes a mes estamos pagando el gasoducto... y ya hemos pagado -sin darnos cuenta- mas de 200 millones de dólares. Esperemos que nos den acciones por nuestros aportes... obligatorios.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Luis,

Aprecio mucho tu análisis y lo encuentro muy acertado, sobretodo hoy día en que se ha concretado tan grande asesinato a la razón por parte de un títere bien pagado con banda presidencial.

Saludos,

Bruno.

Anónimo dijo...

Amigos:

Entiendo el malestar que provoca el anuncio gubernamental con relación a un desconocido -y sacado de las mangas- "Camisea II". Que consistiría en una planta de licuefacción del gas para "facilitar" su exportación (México, ¿Chile?...).

Es decir, mientras la discusión se hace técnica y sostenida con respecto a la pertinencia de exportar... les ha bastado a las empresas explotadoras del gas, ponerse de acuerdo con LOS DUEÑOS DEL PERÚ... para DECIDIR que es lo "mejor para el país".

Asimismo, y cuando me refiero al poder, no hablo de un presidente o congresistas, necesariamente. Revisen el artículo en este blog, referido al Poder y la Política, y crucen información para tener claro a que nivel se "maneja" la política y las decisiones de gobierno.

Entonces, la decisión de "Camisea II", así como las del TLC, Convemar y otras, es un "darse prisa", ante la eventualidad de un gobierno que antagonice con el poder y recupere soberanía para el Estado.

Si se dá dicha eventualidad, la consecuente revisión de las decisiones serán expuestas a la "comunidad internacional" como un "RETROCESO DE LA DEMOCRACIA", con el jaqueo que ello implica.

Y si como todo hace prever, y observando la forma en que los "estimulados" medios vienen "impulsando" cierta candidatura, tenemos una presidencia CONTINUISTA; a la misma, como parte de su libreto, no le costará mucho sostenerse en que: HAY QUE RESPETAR LAS DECISIONES...por que así es la democracia...

Es decir, ya tenemos para elegir: (1) el continuismo, o (2) el cambio; aún con todas las reservas que se tenga...

Anónimo dijo...

Mi estimado Luis E
Mi comentario sobre el exportar o no gas natural es :
Las transnacionales saben muy bien que si se propaga el consumo interno (un buen ejemplo es Colombia)ya no hay retroceso, es decir, la poblacion se acostumbra a una energia barata, comoda y constante -caso Argentina y Chile-. Y cuando este por terminarse habra una tremenda presion para que el gobierno importe si o si el gas desde otros paises (Bolivia) a precios mayores al que tendriamos con Camisea.
Si esta de acuerdo con este comentario, favor de hacermelo saber.
Saludos
Oscar Canqui