miércoles, febrero 13, 2008

Los bancos: ¿parásitos de la economía?

Empecemos por el principio, visto que lo de parásito es entendible por todos y que se refiere a la relación entre la utilidad que una institución presta a la sociedad, y lo que toma de ella. Bien, el dinero, hace muchísimos años, aparece como un medio formal para facilitar el intercambio de productos, básicamente. Desde luego, ello constituía una necesidad para superar la etapa de una economía de trueque o intercambio directo, donde el “valor” de cada mercancía -bien o producto- estaba basado en la necesidad y/u oportunidad de tenerlo o disponer de ella, tanto como de la menor utilidad que le significaba el producto que se entregaba en trueque. Evidentemente, este mecanismo de trueque implicaba más complejidad que el realizar el intercambio de mercancías mediante el uso de una unidad de referencia, en este caso la moneda (o dinero).

En términos generales, el dinero como unidad de intercambio, significó un cambio fundamental en los procesos productivos en la medida que permitía hacer más fluido el intercambio –y comercio- de bienes, de manera tal que se estableció la relación:


Es decir, una mercancía se cambiaba por dinero y con este se adquiría otra mercancía y así sucesivamente. De hecho, hasta aquí y salvo los criterios de valoración de las mercancías, el mecanismo funcionaba. En este, desde luego, los bancos facilitaban tanto los servicios de custodia (depósitos) de los dineros excedentes del proceso de: producción, traslado y venta de las mercancías, como de préstamos (colocaciones) para quienes estaban insertos en el proceso y requerían incrementar o diversificar su producción, traslado y venta en los mercados.

Sin embargo, y con el paso de una economía basada en la PRODUCCIÓN, en la cual el comercio constituía solo la fase de realización (traslado y venta) de la misma; a una economía basada en el intercambio de mercancías (COMERCIO), donde la producción se reduce a un dato económico y se relativiza todo su contenido económico y social, tanto como sus implicancias políticas y ambientales, aparece –o se generaliza- un entorno de “negocios”, en el cual la relación anterior se transforma en:


En dicho entorno, donde los mecanismos de especulación pasan a ser predominantes, la banca “comercial” -o el sistema financiero en sí- por criterios de “rentabilidad” empieza a jugar un rol preponderante, toda vez que al insertarse en la fase de comercio-consumo, reduce los tiempos de retorno de los capitales prestados. Dejando, la etapa de producción, excluidas -en la medida de lo posible- por su bajo nivel de “rentabilidad”; es decir, mayores plazos y por lo tanto mayores “riesgos”.

La actividad de las entidades bancarias “comerciales”, en el caso de nuestra economía, no solo ha implicado favorecerse con cambios en la normatividad -promovida entre 1993 y 1996 por el “sistema financiero” y sus lobbies- para obtener no solo una mayor discrecionalidad en su accionar, entre las que sobresalen la “legalización” de altos spread (diferencial entre tasa activa y pasiva) y los altos cobros por “comisiones” y morosidad; sino también -lo más grave-, mantener en riesgo la estabilidad económica a través de la creación de dinero -acción reservada al BCRP-, mediante las tarjetas de crédito; cuyos efectos sobre el consumo y la inflación, son hartos conocidos.

Discrecionalidad que les permite apropiarse de grandes monto de recursos financieros sin aportar mayores facilidades o servicios hacia el sector productivo, a fin de estimular el empleo y los ingresos... que a la larga les favorece, pero no pueden esperar por exprimir al máximo el dinero de los depositantes. No dudo que alguien piense que “ése es su negocio”. Precisamente, “ése es el problema” para una economía.

Para muestra un botón: entre el periodo 2000 y 2007, el monto nominal de recursos financieros extraídos por intereses cobrados en colocaciones -préstamos varios-, y luego de los ajustes por encajes bancarios, fue de 12,500 millones de soles. De dicho monto, solo correspondió a los depositantes -dueños de los recursos prestados- un estimado de 2,555 millones; es decir un 25% del total. La pregunta es: ¿qué explica que los bancos tengan que apropiarse de casi 10,000 millones de soles (75%) de los recursos -en su mayoría- ajenos?. La respuesta inmediata es: Las leyes vigentes, propuestas por los que tienen el poder real en la economía, y luego aprobadas y promulgadas por el Legislativo (Congreso) y el Ejecutivo (Presidente), respectivamente. Lo curioso... es que ambos "poderes" del Estado son elegidos por los ciudadanos-depositantes... ¿O me equivoco?.

Una anotación final. Antes del 1993, cuando una persona depositaba 100 soles en una cuenta de ahorro, y regresaba después de 12 meses, se encontraba con su depósito y un poquito más... Ahora, y después de la “Ley de Bancos” y “Nueva Ley de Bancos”, uno regresa a conocer su saldo y se encuentra que no solo no hay nada, sino que “debe” algo más... por mantenimiento de cuenta. Es decir; trabajaron mi depósito y además tengo que pagarles... Y claro, no he hecho referencia alguna a como ambas leyes han sentado las bases para las quiebras de bancos... y que los gobiernos de turno, para no perjudicar a la libre empresa y libre mercado, viene asumiendo -recursos fiscales, mediante- con gran beneplácito. ¡No faltaba más!.

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